Bañada por las aguas de la ría más grande de Galicia, la ciudad de Pontevedra ostenta un rico patrimonio histórico y natural. Conocida por ofrecer una de las mejores calidades de vida del país, sus encantadores pueblos llenos de tesoros culturales y naturales, ofrecen una diversidad de experiencias que te conectarán con la esencia de Galicia.
Combarro: Un Paseo por el Tiempo
Combarro es, sin duda alguna, uno de los pueblos más pintorescos y auténticos de la provincia de Pontevedra. Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo, a un pasado donde los horreos -antiguos graneros- y las casas marineras con balcones de piedra pueblan el paisaje. El corazón de Combarro se encuentra en su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1972, debido a su excelente conservación que mantiene viva la esencia marinera Gallega.
Visitar Combarro es toda una inmersión no sólo en la historia gallega, sino en su sabor. Se recomienda disfrutar de una mariscada en alguno de sus restaurantes con vista a la ría, y cerrar con broche de oro con una copa de Albariño, vino blanco propio de la región.
Portonovo: Un Mar de Placeres Gastronómicos
Portonovo, pese a ser una pequeña localidad de Sanxenxo, es enormemente reconocida por sus playas y su rica gastronomía. La playa de Baltar, la de Canelas y la de Caneliñas son un verdadero deleite para los amantes del mar y la arena. Sin embargo, más allá de sus encantos naturales, Portonovo es conocido como la «catedral del marisco», y no es para menos. En sus calles, plagadas de restaurantes, bodegas y marisquerías, el visitante podrá deleitarse con un mar de sabores.
Poio: Una Joya Natural y Cultural
En el municipio de Poio, puedes deleitarte con el Monasterio de San Xoán de Poio, uno de los más importantes de Galicia. Este no es solo un lugar de culto, sino que también aloja un museo, una escuela de canteiros (canteros) y una preciosa huerta. El entorno natural que rodea a Poio es otro de sus grandes atractivos, especialmente la Ruta de los Molinos, un paseo señalizado que atraviesa un hermoso paisaje de ríos y bosques llevándote a más de 60 antiguos molinos de agua.
La Lanzada: Entre Leyendas y Playas
Uno de los grandes atractivos de la costa de Pontevedra es, sin duda, la playa de La Lanzada. Pero no solo su arena fina y dorada atrae a los viajeros. En su extremo se levanta la hermita de la Virgen de la Lanzada, un lugar de culto arraigado en las más antiguas leyendas gallegas. Según la tradición, las mujeres que desean ser madres deben bañarse en nueve olas de la playa en la noche de San Juan.
Cambados: Cuna del Albariño
Cambados es otro de los pueblos a no perderse en Pontevedra. Declarado Bien de Interés Cultural, el casco histórico de Cambados es una joya arquitectónica con notables palacios y plazas. Pero más allá de su belleza arquitectónica, Cambados es reconocida por ser la cuna del Albariño, uno de los vinos blancos más reconocidos a nivel mundial. Cada verano, en la primera semana de agosto, se celebra la Fiesta del Albariño, considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional, que congrega a miles de visitantes ansiosos de probar este suculento elixir.
Visitar los pueblos de Pontevedra es sumergirse en un mundo de belleza, historia y sabor. A cada paso, podrás descubrir la esencia que ha forjado Galicia y ha hecho de esta región un destino imprescindible en el norte de España.